Muchas organizaciones, privada o estatales, no cuentan con un plan de gestión de riesgos. Es más, no los consideran dentro de sus proyectos.
Me refiero a que no tienen una estrategia de gestión de riesgos claramente definida o la que tienen no es aplicable a toda la empresa.
El objetivo en cuanto a riesgos es realmente hacer algo, no sólo enumerarlos por cumplimiento en algún documento o siguiendo una plantilla.
Alguien podría argüir que, incluso el proyecto más cuidadosamente planificado puede tener problemas. Por muy bien que se planifique, el proyecto siempre puede encontrar problemas inesperados. Pero eso no nos exime de hacer la tarea ni de responsabilidad ni de rendir cuentas por incluir en nuestros planes una apropiada gestión de riesgos.
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